Un amigo me contó, que
un día viajando en el metro,
esto es lo que pasó.
Estaba el hombre tranquilo
sentado en el traqueteo,
se acercaron sin sigilo
tres muchachos al saqueo.
Le pidieron el porta ble
el reloj y la cartera,
el amigo se los dio,
pensando y ahora espera.
Ellos para compensarlo,
algunas buenas patadas
una salva de sin guantes.
y algunas puñaladas,
La abuela que a visto todo,
enarbola su paraguas y
corriendo como puede,
llega a pisar sus enaguas.
Cayendo la pobre abuela
delante de los tres parias.
Riéndose a carcajadas,
a la abuela preguntan
¿donde vas con ese arte?
Y la abuela mirando ahora,
a los ojos de la gente
responde serena mente,
yo intento hacer mi parte.
Migueliux.
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