vendredi 4 octobre 2013

CRUEL SILENCIO.



No sabremos nunca
cuanto la quería,
la amaba en secreto
sin espectáculos de besos,
sin tonterías decía.

Sabía que su silencio
no lo escuchaba la gente
porque era prisionero,
de palabras diferentes.

¿Aquel mutismo?

En su mirada inocente,
avían gestos de deseos,
ahora el hombre ajado 
no tiene a quien desear,
el silencio lo ha callado.

La mujer tiene en el alma
un jilguero que nos canta,
es un poco como el gallo
que despierta la mañana.

No le gusta el silencio,
que dejó la madrugada.

Pero llegando el gran día
se romperá la garganta,
sacándote del camino,
que tu trazaste a la raya.

También está tu silencio
que no explica la jugada,
¿puedes callar al jilguero?
Mejor ábrele la jaula.

                                     Migueliux.



2 commentaires:

  1. Querido Miguel, esos amores callados y silenciosos que hemos sentido alguna vez, quizás los más bellos por no vividos y sólo soñados. Hermoso poema. Muchas gracias

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  2. Como siempre un placer de leerte. Y como siempre, me gusta la interpretación que haces de mis escritos. Como siempre te deseo lo mejor. Saludos y hasta siempre.

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