Yo acuso a la bondad,
de no haber podido borrar
la sombra de la maldad,
que ensucia nuestro suelo.
No ha sabido redimir
a esos que al delinquir
han pateado su credo.
Yo acusaría también
a la gente y el desdén
que demuestran al ajeno.
Si supieran que amados
enamorados de nuevo,
se apearían del tren
que los aleja de ellos.
Cambiando de dirección
olvidarían sus egos.
Yo acuso a mi verdad
de siempre querer brillar
ante argumentos ajenos.
Tendré que calmarla un poco
haciendo que ella comprenda,
que la verdad es de todos.
Yo acuso a las religiones
de sembrar entre los hombres
odios ensangrentados,
de niños hechos jirones.
Jóvenes que han crecido
rodeados de maldades
con el alma en un suspiro.
La vida los ha dejado
sin amor limpio... Y olvido.
Yo acuso el gran expolio
que organiza el capital
de la tierra y sus riquezas.
Dejando desamparados
sin médicos ni cultura,
con hambre al acostarse
a miles de criaturas.
Yo acuso a las naciones
que eran puentes naturales
desde que el hombre camina
Han levantado alambradas
y hay guardias que las vigilan.
Imponiendo a sus hermanos,
la libertad dirigida.
Ociosos y sin futuro,
pobres nuevos,
emigrantes...
Yo no acuso.
emigrantes...
Yo no acuso.
Migueliux.
Que bellas palabras y cuanta verdad en ellas. Yo le acuso señor de emicionarme profundamente con sus versos y de hacerme sentir participe activa y grata de sus sentimientos. Gracias
RépondreSupprimerGracias a ti Amparo, es un placer escribir para gente como tu
RépondreSupprimerY Yo le acuso Migeliux de que cada vez que lo leo amigo ,usted me ayuda a ir quitándome la venda de los ojos
RépondreSupprimerMuchas gracias Octavio. Me haces mucho honor y te lo agradezco. Larga vida, con salud.
RépondreSupprimerCuanta verdad hay en tu escrito, Miguel Gracias por esas verdades compartidas y por esas acusaciones que al final también nos involucran.
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