EL VIAJERO CELESTE

Yo intentaba apaciguar,

mi inquietud en su regazo

y ella con dulzura eterna

me fundió entre sus brazos.

El sueño seguramente

me vistió sereno traje,

ataviado de la guisa,

mi espíritu hizo el viaje.

Esta vez si bien recuerdo

volaba entre montañas,

deslizándome entre ellas,

alejándome de casa.

Desde arriba dibujaba

una estela con mis alas,

que seguían mis hermanos

en serena desplegada.

Alcanzando las estrellas,

se nos abrió la gran sala

y así es como conocimos,

el universo sin trabas.

Se acercaron a nosotros

seres grandes en sus capas,

no hubo necesidad

ni de gestos ni palabras,

fue la sensación de paz,

la que ahora nos guiaba.

Subimos todos a una

sin angustias estrelladas,

penetramos en la luz

como una sola alma.

El viaje duró un instante,

antes de ver las montañas,

algo raro había en el aire...

¿Era el humo de las zarzas.?

Aun viejo de blancas barbas,

nuestros amigos viajeros,

entregaron unos lienzos

que arropaban unas tablas,

con escritos y consejos,

que hoy nadie utilizara.

Seguimos cruzando el cielo

y ya en Egipto en el suelo,

vimos muy atareados,

aquellos pobres humanos

queriendo levantar montañas,

con sus desgarradas manos.

Los viajeros en el tiempo

que se apiadaron de ellos

les tendieron unas lanzas,

que cuando salían destellos

todo lo que iluminaba,

dominado demoraba.

Avistamos en Europa

redondeces de otras naves,

que tenían como encargo

mover unas grandes rocas,

que formarían de lado,

un circulo con cielo abierto,

para que dancen los magos.

Las vistieron de princesas

y a ellos de caballeros.

Por todos sitios sembraron

los vestigios de un pasado,

que mirado desde el cielo

no parece ser humano.

Y vosotros los testigos

de caminos recorridos,

acordaos cuando el hombre

fue al monte de los olivos,

elegido por viajeros

todavía desconocidos.

El viajero celeste

se empecino en la tarea,

de poner un buen reclamo

al predador mas sangriento,

para que amara a su hermano.

Distinguir la diferencia,

que os permita elegir

en vuestra alma y consciencia,

si en el sueño hay verdad

de viajeros con su ciencia.

Migueliux.