mercredi 19 juin 2013

EL SALARIO DE LA VENGANZA. Ca 6 Viejas amistades.



Después de ponerlos al corriente de la urgencia de la empresa, les esplique lo que tenían que ganar en aquella reyerta. Como lo había supuesto, todos dijeron presente. Ha partir de este día, en todas nuestras comunicaciones nos llamaremos como notas musicales, teniendo cuidado que vuestras iniciales no se acorde con vuestra nota, yo seré el diapasón.
Cuando bajéis ala recepción, el conserje le dará al señor Do, dos maletines, uno con toda la estrategia que hemos imaginado y otro con el dinero suficiente, para llevar acabo esta primera fase de la operación.

La primera acción sera cerrar todas las salidas, con vuestros hombres en retaguardia, desde la frontera hasta Tarragona y así obligarlos acoger los medios que puedan, para refugiarse en las islas en sus guaridas. Segunda y fase final, conocemos todos los lugares que utilizaran como refugio. Todos rodeados, por cincuenta bellas durmientes, dispuestas a dejar todo baldío.

Nos despedimos sabiendo lo que cada uno tenia que hacer. Ultima recomendación, a partir de mañana quiero a todos vuestros hombres en sus puestos, listos para el baile.

                                                                """"""""""""""""""""""""""

Tuvo que aminorar la velocidad, la carretera se acentuaba de más en más, a medida que llegamos a nuestro destino, pasamos el cementerio y la primera a la derecha nos haría subir dos km.

Llegamos a la entrada de la urbanización distante de la ciudad de veinticinco km.

En aquella montaña vivíamos cincuenta vecinos, mi más próximo, distaba de casa de unos quinientos metros, su interés por la seguridad y tranquilidad eran exagerados.

Pero un buen día se presento mi compadre de visita. Venia con su familia desde un pueblo del fondo de anda lucia, se adelanto a nuestra cita de dos días y cuando mi Manuel llegó delante de la valla y de los que la levantaban. Tenia la criatura mil y algo de km y a todo eso la faltaban sus guisquitos, siempre me decía compadre no me haga de viajar que paso mucha sed. Los de seguridad le preguntaron que querían, ¿pasa coone?.

Uno de los guardias con mucha paciencia le explico, que tenia que darle un nombre, para que pudieran dejarlo pasar.
Finalmente después de largas negociaciones y de mediar telefónicamente lo dejaron entrar, dándole un doble de llaves que yo les había dejado.

El ultimo día de vacaciones, nos disponíamos ha comer, cuando se acerco el barman del hotel a nuestra mesa, tendiéndome el teléfono.
Hecho una furia gritaba, compadre por un pino la que han liado.

 Uno de los porteros pudo cogerle el aparato, después de saludarme con la corrección habitual y de fondo los improperios de mi Manuel.

Pude entender, que en un terreno de unos cien metros cuadrados de mi propiedad, el compadre había hecho un huerto, sembrando algunas hortalizas. Pero un pino cuarentón extendía su sombra, por aquel pedazo de regalo que mi Manuel me avía preparado. “Coño que si lo corto”

El guardián me explico que el vecino estaba muy enfadado y quería reparación.

Un día comiendo una suculenta ensalada, con aquellos tomates regados por un sol sin limites. Mi compadre me decía, cada tomate con la multa que le ha puesto el cornupeta ese, ¿a cuanto nos
sale compadre? Y el ladronzuelo se reía con esa risa comunicativa tan peculiar. Pasamos tres meses inolvidables. 
Ya no volví a verlo, murió unos meses mas tarde, por las manos de unos desalmados, que bravuconeaban como furtivos en el parque donde era el guarda jurado.

Cuenta la leyenda, que en ese parque nunca mas se ha cazado un solo animal y los más viejos guiados por su naturaleza, salen de aquel parque para que la rueda de la vida siga rodando.

Ami Manuel.




Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire