Voy
a invitar a mi vida,
la vieja calma olvidada.
La sentaré a mi mesa
y
comiendo de su plato,
tengo la fuerte impresión.
Que daremos solución,
al ansia que me enajena
y me hace explotar
ante la gente y su pena.
Mi
padre siempre decía
subid la cuesta con calma,
el esfuerzo calentara tus pasos
preparando la bajada.
Sin ansia sera mas fácil
descender de la muralla.
Ansias
de verte de nuevo
ansioso de no poder verte.
Rabia de miedo ha
perderte,
en los momentos de ansias
que el sistema nos ofrece.
Afligido
por el ansia
de querer enamorarme,
ansioso por la llegada
con cita en alguna parte...
Recorrí cuerpos desnudos
con ansia de conocerte
y
de colmar nuestras ansias ...
Ahora que somos dos,
la calma se hace mas
fuerte.
Ansioso
por mi futuro,
muy enfermo en España,
rodeado de avariciosos
y gente
desangelada.
Todo
esto es producto
del ansia desenfrenada
de esos imbéciles ineptos,
que no se privan
de nada.
Y con sus ansias de riquezas
pudren ansiados gestos,
de la pureza del
alma.
Quise
bajar
al hondo pozo
donde nacen
nuestras ansias.
Miedos
ansiosos
me habitaron,
negra era la bajada.
Llegué lo mas profundo
que pude y allí estaba...
Serena, sentada
la gran
señora,
revistiéndome de ella
subí despacio con calma.
Migueliux
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