LA MADRE QUE NOS PARIO.

El cielo vacío de de tierras y soles,
la calma reinaba, la nada era nada.

La explosión, la madre 
que todo lo aviva,
creo en un instante
la casa que abita.

Nos puso en la mesa 
las frutas y flores,
creyéndose ilesa
de hombres mayores.

Nos dio ríos y mares 
con el agua pura,
empujando el sol 
a la buena altura.

Cálidas mañanas 
pintadas de azul
y las savias plantas.
que curan el blus.

Estamos enfermos
de droga adicción,
de el ansia de infiernos
en vez del amor.

Como el hijo joven
que cae en la cuneta,
repleta de trampas 
que otros les tiendan.

Vende los ajuares 
de padre y madre,
en tantos lugares
manchados de sangre.

Así como nosotros
pillamos la tierra,
sembramos veneno
y la mala hierba.

Salgamos de las cavernas,
sanemos la mente
amando la tierra. 

                                              Migueliux.